ADOLESCENTES Y PIOJOS

ADOLESCENTES Y PIOJOS  

             Para los padres, los piojos son una verdadera cruz, pero para los jovenes representa un autentico trauma . Por mucho asco que puedan dar, los piojos son un problema sumamente habitual y debemos empezar a mirarlos como lo que son, INSECTOS.

Somos los padres quienes inoculamos a nuestros hijos una enfermedad mucho mas grave que la infestación de piojos, la “Pediculihisteria”. 

Los piojos no son peligrosos y no transmiten ninguna enfermedad, pero son contagiosos, se acabó, ese es el único problema, luego… pongamosle solución, no hay que entrar en trance, no hay que formar un cisma, no hay que aislar al adolescente. Posiblemente muchos estaréis pensando que exagero, pero os aseguro que no es así, he visto adolescentes incluso jóvenes de 20 años, llorar de vergüenza porque tienen piojos.

Si hay algo que preocupa a los adolescentes, es su aspecto físico y la imagen que proyectan en su entorno, el hecho de tener piojos no ayuda nada que dicha imagen sea la idónea y si a eso le añadimos que nosotros, los padres, no queremos ni acercarnos a ellos, podemos, sin darnos cuenta, hacer un daño infinitamente peor que el que pueda hacerle una infestación de piojos. 

En el momento en el que adolescentes y jóvenes no encuentran apoyo familiar y/o grupal, ni cuentan con lugares en los que intercambiar y comunicar su experiencia para así conseguir empatías y solidaridades, pues todo es tabú en el tema “piojos” (que no se entere nadie), nos arriesgamos a provocar en ellos comportamientos introspectivos, complejos de culpabilidad absurdos, se sienten culpables por haberse infestado ellos y lo que es peor, culpables por el riesgo que representa infestar a sus amigos y/o a su familia. 

         Como las cepas de piojos son cada vez mas resistentes, debido al uso inadecuado de los champús y lociones pediculicidas, hay que actualizarse y buscar tratamientos más efectivos, naturales e inocuos para la salud, el cuero cabelludo y el pelo. 

           Lo más sensato es tratar lo antes posible con profesionales de la pediculosis, pedir un diagnóstico, con toda naturalidad, acudir a centros especializados donde erradican y garantizan la solución del problema con absoluta privacidad y en apenas un par de horas.